La histórica firma ILVA bajó sus persianas. Los trabajadores denuncian que la empresa busca cambiar el régimen laboral y que el cierre deja a cientos de familias sin sustento. En menos de tres meses, Pilar acumuló casi 700 despidos en grandes empresas.

Por Agencia DIB
La planta de porcelanatos ILVA, ubicada en el Parque Industrial de Pilar, cerró sus puertas el último viernes y comenzó a enviar telegramas de despido a sus 300 empleados, confirmaron desde el gremio de ceramistas Focra. Los trabajadores realizaban este viernes una protesta frente a la planta, donde denunciaron que “la empresa dejó tiradas en la calle a 300 familias”. La decisión de ILVA se da en un marco de crisis para la industria local. Solo en Pilar hubo casi 700 despidos en los últimos meses. Mientras tanto, este jueves hubo una marcha masiva de trabajadores de Ternium-Siderar en San Nicolás en protesta por despidos y medidas de flexibilización laboral.
Los trabajadores de la fábrica de cerámicos denuncian que la empresa pretende modificar el actual régimen laboral “4×4” (cuatro días de 12 horas y cuatro de descanso) para reemplazarlo por un “6×1”, lo que implicaría una reducción del 30% en los salarios y la pérdida de beneficios como comedor, transporte y cobertura médica.
La firma había presentado un Procedimiento Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo, que fue rechazado, y sin embargo adquirió recientemente nueva maquinaria, lo que aumenta la incertidumbre.
“Pusieron un candado en la puerta”
Los trabajadores de ILVA hablaron con la prensa en la manifestación y destacaron que “hace una semana que la empresa ha decidido el cierre definitivo de su actividad productiva. Notificó que cerraba su producción poniendo un candado en la puerta y aduciendo que supuestamente esta semana iba a mandar telegramas de despido. El lunes (1º de septiembre) empezaron a llegar esos telegramas”.
Agregaron que “nos hicimos acá presentes para cuidar nuestra fuente de trabajo que la venimos teniendo hace más de 30 años. Queríamos respuestas, porque lo que nos notificaron a nosotros fue el día viernes con un cartel donde decía que a partir de tal día tales trabajadores no tenían que venir y sin saber en qué situación íbamos a estar”.
“Hasta el día de hoy, después de una audiencia del Ministerio de Trabajo donde encima se dictó la conciliación obligatoria, la empresa no se digna a presentarse acá, a dar la cara con los trabajadores. Ayer (por este jueves) a la audiencia fueron representantes de la empresa y les dijimos que vengan los dueños y den la cara”, afirmaron en la protesta.
Y exigieron: “Acá tenemos 300 familias que han dejado tiradas en la calle, 300 familias a las que no les han pagado la quincena, el mes. Queremos que den la cara. Fue lo que le dijimos ayer al representante de la empresa, que vengan los dueños. Queremos respuestas, queremos que alguien dé la cara”.
Mientras tanto, según contaron en el lugar los empleados, “hasta hace una semana esto estaba produciendo, venía vendiendo todo. Pero hicieron un lockout patronal, no le pagaban a los proveedores, pedidos tenían, eso que dicen que no vendían es mentira, porque acá camiones salían”.
Los obreros, además, destacaron que “hace cinco días que estamos acampando acá”.
Historia
Fundada en 1992, ILVA se consolidó como un emblema de la producción de porcelanato en Argentina, con una capacidad de más de 4 millones de metros cuadrados anuales y presencia en mercados internacionales gracias a su diseño y tecnología. La empresa también fue pionera en procesos sustentables, como la “eco-pasta” para reutilizar residuos industriales.
En los últimos meses, sin embargo, los empleados sufrieron el pago de aguinaldos en cuotas, suspensiones rotativas y despidos parciales. El cierre definitivo golpea ahora a las familias que dependen de la fábrica.
Pilar en crisis
Mientras tanto, en lo que va de la segunda mitad de este 2025, al menos 670 trabajadores fueron despedidos en Pilar por parte de tres grandes empresas que decidieron centralizar su producción, sacara del país o directamente cerrar sus puertas. Se trata de Kimberly-Clark, que cerró en Pilar para centralizar su producción en San Luis; Kenvue –ex Johnson & Johnson-, que se fue a Brasil y, ahora, ILVA, que cerró sus puertas.
“Impresiona verlo todo junto”, posteó en la red social X el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, al compartir un video donde muestra el impacto de la crisis productiva.
“No van ni dos años de este Gobierno nacional y la destrucción de fábricas y empresas, de puestos de trabajo y su repercusión en las historias de vida de miles de bonaerenses es la triste realidad de este modelo”, señaló. Y arengó: “Hay que ponerle un freno”.
San Nicolás en crisis
Estos casos se suman al de San Nicolás, donde este jueves las calles se vieron desbordadas por una movilización que unió la planta de Ternium-Siderar, del Grupo Techint con la céntrica Plaza Mitre. Los trabajadores marcharon para rechazar los despidos en las empresas contratistas y denunciar la precarización laboral y los salarios depreciados.
A la marcha se sumaron centrales sindicales, organizaciones sociales, partidos políticos, familiares de trabajadores, y vecinos de San Nicolás.
El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, apuntó directamente contra Paolo Rocca, el CEO del Grupo Techint, y dijo que “no se puede precarizar a los trabajadores de la manera que lo está haciendo”.
Desde hace dos semanas, los operarios mantienen un paro por tiempo indeterminado para reclamar por los salarios, las malas condiciones de seguridad y los despidos que se dieron en los últimos días, alrededor de 250 según el gremio. (DIB)