El presunto líder de la “Banda de los copitos” quedó en libertad luego de que la fiscalía y la querella desestimaran la acusación en su contra. En una entrevista radial, aseguró que desconocía los planes del atentado y ofreció disculpas a la ex presidenta.
Tras pasar tres años en prisión, Nicolás Carrizo, señalado como el supuesto líder de la denominada “Banda de los copitos”, fue excarcelado en el marco de la causa por el intento de asesinato contra Cristina Fernández de Kirchner. La decisión fue tomada luego de que tanto la fiscalía como la querella desistieran de continuar con la acusación en su contra, al no encontrar pruebas que lo vinculen directamente con el atentado.
En sus primeras declaraciones públicas tras recuperar la libertad, Carrizo ofreció disculpas a la ex mandataria y afirmó no haber estado al tanto de los planes de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, los principales acusados del ataque.
“Mis sinceras disculpas hacia Cristina Kirchner”, expresó este domingo durante una entrevista radial. En ese marco, sostuvo que su relación con los acusados comenzó de manera casual y laboral. “Conocí a Sabag Montiel y a Uliarte en una fiesta, y luego trabajamos juntos. Yo armaba el algodón de azúcar y ellos eran mis clientes. Nunca vendí con ellos ni compartí momentos íntimos. Se mostraban como personas normales”, aseguró.
Carrizo enfatizó que jamás tuvo conversaciones con los acusados sobre un posible atentado. “Yo siempre hago bromas con conocidos, para reírnos, pero no tengo mensajes cruzados con Uliarte ni con Sabag Montiel sobre planificar un atentado. Mucho menos contra la vida de alguien. Me parece tremendo”, aclaró.
También relató su último cruce con Sabag Montiel en el penal, donde el atacante lo acusó de estar “pagado por Cristina” y de haberlo perjudicado en la causa. “Me puteó, no le dije nada. Dice que todo está armado para perjudicarlo y que fue secuestrado”, contó Carrizo.
El miércoles pasado, el Tribunal Oral Federal N°6 hizo lugar al pedido de su defensa, tras escuchar los alegatos de la fiscal Gabriela Baigún, quien coincidió en que no había pruebas para sostener la imputación. Con esto, Carrizo fue excarcelado tras tres años de detención preventiva.
