Desde este viernes a las 8 rige un período de restricciones que se extenderá hasta el domingo a las 21, con el fin de garantizar un proceso electoral limpio y sin interferencias.

Con vistas a las elecciones del próximo domingo, en las que más de 14 millones de bonaerenses están habilitados para votar, comenzó oficialmente la veda electoral en la provincia de Buenos Aires. Este período, que inició este viernes a las 8 de la mañana y se extenderá hasta las 21 del domingo, establece una serie de prohibiciones y restricciones con el objetivo de asegurar un desarrollo ordenado del proceso democrático.
Durante la veda, se prohíbe toda forma de propaganda electoral, ya sea en medios de comunicación o redes sociales, así como la difusión de encuestas y sondeos de opinión. Recién a partir de las 21 del domingo podrán difundirse resultados oficiales y boca de urna.
Además, está restringida la realización de espectáculos públicos, tanto en espacios abiertos como cerrados, así como reuniones que no estén directamente vinculadas al acto electoral. También se suspende la venta de bebidas alcohólicas desde el sábado a las 20, medida que se mantendrá durante toda la jornada electoral.
Entre otras prohibiciones, se encuentra la portación de armas, el uso de banderas partidarias o elementos que puedan inducir el voto dentro de los establecimientos de votación. El incumplimiento de estas disposiciones implica violaciones al Código Electoral y puede derivar en multas de entre 10.000 y 100.000 pesos, o incluso penas de prisión que varían según la infracción cometida.

Prohibiciones principales durante la veda electoral:
- Proselitismo político y promoción de candidatos en redes sociales.
- Difusión de encuestas o sondeos preelectorales.
- Venta de alcohol desde el sábado a las 20 hasta el cierre de los comicios.
- Portación de armas en la vía pública.
- Realización de espectáculos públicos, fiestas o reuniones no electorales.
La legislación también prevé sanciones más severas para quienes intenten inducir el voto, promover el ausentismo o violar el secreto del sufragio, con penas que pueden llegar hasta los tres años de cárcel.
Con estas medidas, se busca resguardar la transparencia y la serenidad necesarias para que la ciudadanía pueda expresarse libremente en las urnas.