“No hay nadie que tenga más empleados que antes. Hoy nuestra actividad es expulsora de mano de obra”, explicó Guillermo Fasano, presidente de la Cámara Textil local.

Por Agencia DIB
La industria textil, uno de los sectores productivos más importantes de Mar del Plata, atraviesa una fuerte caída en las ventas, con suspensiones y despidos ante la baja en el nivel de actividad y la apertura de importaciones. Así lo advirtió Guillermo Fasano, presidente de la Cámara Textil local. Según Fasano, se pasó de un esquema que “impulsaba el consumo”, con planes de cuotas “con tasas subsidiadas”, a otro “de ajuste y estabilidad fiscal”, sin medidas que reactiven la producción.
“Lo que quiere el gobierno actual es que bajen los precios, entonces son restrictivos en cuanto a la demanda de productos. A eso le sumaron la apertura de la economía, con facilidad para importar. Eso tuvo un episodio muy importante en noviembre del año pasado, cuando les bajaron los impuestos a los chinos”, explicó Fasano al diario La Capital de Mar del Plata. El referente textil esperaba una reducción impositiva para las pymes que les permitiera ser más “competitivas”, pero en cambio se avanzó en la apertura comercial.
“El mundo les pone más impuestos a los chinos porque ellos subsidian sus exportaciones. Tienen mano de obra sin calificar, no tienen control de productos, lo que hace que tengan precios mucho más bajos. Esto ha sido un combo muy malo para el que comercializa acá, porque lo están puenteando y le están bajando los impuestos a la competencia extranjera”, describió.
A este escenario se suma “la nueva realidad del comercio”, marcada por el crecimiento de las plataformas electrónicas. “Hoy las plataformas te entregan todo en tu casa, sin pasar por ninguna cadena, con precios ridículos”, planteó Fasano. Y amplió: “Hay que entender la nueva realidad del comercio integrado e internacional. Pero cuando hablamos de generar competitividad, si vos tenés que bajar impuestos, no podés empezar por hacerlo con los chinos. Eso no se lo puedo perdonar al Gobierno”.
Fasano también mencionó otros factores que afectan a la actividad, como el dólar “no competitivo”, que encarece los costos de producción, además de la “industria del juicio laboral”, la burocracia y las trabas para acceder al crédito tras la suba de tasas de interés.
“No tenemos estadísticas oficiales, pero el año pasado, con el cambio de modelo y estos ajustes, teníamos que había caído la actividad de la industria del pulóver, entre la producción y la venta, en un 30% en promedio”, precisó. La tendencia, aseguró, se profundizó en lo que va de 2025. “Hay una caída mayor del consumo. Con respecto al año pasado, las ventas siguen bajando”, advirtió. En ese marco, señaló que varias firmas aplican despidos, suspensiones y rotación de personal, o bien no reemplazan vacantes por jubilación. “No hay nadie que tenga más empleados que antes. Hoy nuestra actividad es expulsora de mano de obra”, analizó en el diálogo con La Capital. (DIB)