La Cámara Baja dio media sanción al proyecto que propone atrasar una hora los relojes durante el invierno. La medida busca optimizar el uso de luz solar, reducir el consumo eléctrico y mejorar el desempeño escolar.

En una jornada legislativa marcada por intensos debates sobre vetos presidenciales, la Cámara de Diputados aprobó este miércoles un proyecto de ley que propone modificar el huso horario de Argentina durante el invierno. Con 151 votos a favor, 66 en contra y 8 abstenciones, la iniciativa fue girada al Senado, donde deberá ser debatida para convertirse en ley.
El texto plantea retrasar una hora los relojes del país durante el período invernal, lo que implicaría pasar del actual huso horario -03 GMT al -04 GMT. El objetivo principal es alinear el horario nacional con la luz solar, reducir el consumo de energía eléctrica artificial y favorecer el ritmo biológico de las personas.
Según el proyecto, el horario de invierno comenzará cada año el primer domingo de abril a las 00:00, mientras que el horario de verano iniciará el primer domingo de septiembre, también a las 00:00.
La propuesta fue impulsada por un grupo de legisladores de distintos bloques: Julio Cobos (UCR), Pamela Calletti (Innovación Federal), Gisela Marziotta (Unión por la Patria) y Oscar Agost Carreño (Encuentro Federal). En sus fundamentos, se argumenta que la medida tendrá un impacto positivo no solo en la eficiencia energética, sino también en el ámbito educativo, al mejorar el rendimiento escolar al coincidir mejor con los ritmos circadianos.
“El desfase entre la hora solar y la oficial afecta al consumo eléctrico y al desempeño escolar. Este proyecto busca corregir esa diferencia para activar de forma más saludable el reloj biológico de las personas”, explicó Julio Cobos. Además, señaló que gran parte del territorio argentino se encuentra naturalmente en el huso -04 GMT, al igual que países como Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Chile.
El proyecto se basó en estudios elaborados por especialistas del CONICET a través del Instituto Nacional de Ambiente, Hábitat y Energía (INAHE), y toma como referencia experiencias similares en otros países.
La propuesta ahora espera su tratamiento en la Cámara Alta para su eventual sanción definitiva.