Por primera vez pueden verse en el Teatro San Martín 80 fotos en blanco y negro que van desde el icónico el beso de Goyeneche a Pugliese hasta Fito Páez pelilargo y arrodillado sobre el escenario. Su amistad con Sandro y los secretos que tiene para él una buena foto.

El icónico beso del polaco Goyeneche a Osvaldo Pugliese, un Sandro inédito que exhibe armas y monta caballos, Charly García a pura sonrisa, el cuerpo flameante del flaco Spinetta, Fito Páez pelilargo y arrodillado sobre el escenario, un desafiante Michael Jackson poseso en pleno recital, los Rolling Stones y los rostros juveniles de los Soda Stereo se exhiben en una muestra que rescata, por primera vez, el trabajo del fotógrafo Antonio Massa, desplegado en el Teatro San Martín, como la punta del iceberg de la trayectoria del artista y su familia a lo largo de 60 años.
«Antonio Massa. Un obrero de la fotografía» reúne 80 imágenes, la mayoría en blanco y negro, de artistas de folklore, tango, rock, el pop, melódico y de músicos del exterior, en la fotogalería de ese centro cultural, mientras que en las paredes que balconean hacia el hall central aparecen, luminosas, las imágenes de bandas y solistas de rock: Juan Carlos Baglietto, Luca Prodan, los Auténticos Decadentes en ropa interior y Fabiana Cantilo, realizadas también por el hermano de Antonio, José Luis. Y, como representante de la tercera generación, se exhiben fotos de músicos de trap como Trueno y Cazzu captadas por Catalina Serrano Massa, nieta del fotógrafo y curadora de la muestra, que propone un recorrido histórico por la escena musical argentina.

La cara visible de la exposición es la foto que inmortaliza el momento en que Roberto Goyeneche besa la mejilla de Pugliese, una imagen que circuló sin límites y llegó a ser estampa de remeras, y amuleto de la suerte para los músicos. Ese encuentro, como tantos otros que protagonizó Massa, de 87 años, con músicos y artistas, tiene una historia que Catalina Serrano Massa cuenta a Télam en una recorrida por la exhibición.
«El secreto era buscar la foto distinta y para eso mi abuelo los llevaba a caminar. En este caso puntual, llevó a Pugliesse y a Goyeneche desde la confitería El Molino a la Facultad de Derecho. Al llegar, los sentó en las escalinatas y le dijo a Goyeneche: ‘dale, dale un beso al flaco, dale un beso al maestro’, y en ese instante le sacó la foto. Pero después de sacar la foto un policía los echó del lugar. Les dijo que no podían sacar fotos en espacios públicos. Entonces mi abuelo le dijo ‘pero cómo, ¿y los turistas?’. Y el policía le respondió: ‘Bueno, los turistas son turistas, usted no puede». Era 1984, albores de la democracia.
Las fotografías, reunidas también en un imponente libro de 500 páginas, con cerca de 1000 imágenes, aparecieron a partir de la década del 60 en distintas revistas y también fueron tapa de discos de los sellos Sony, Pollygram y RCA. Muchas de ellas fueron tomadas por Massa para Aerolíneas Argentinas, cuando los artistas viajaban desde el Aeroparque porteño, o cuando los músicos extranjeros llegaban al territorio argentino.



